Nuevo XC90: El escándalo.
Me escandaliza. No puedo evitar pensar en que, como cualquier objeto de deseo, lo peor que se puede hacer es abrir poco a poco la ventana. Es como ese gran amor que nunca acaba de mostrarse, que nunca acabas de saber si algún día formará parte de tu vida.
Sí, también puede ocurrir con un vehículo. Uno no puede evitar soñar que se sienta dentro, que lo posee, que lo toca, que lo convierte en parte de su día a día, y que, además, le reportará sensaciones increíbles. Y cuando te va desvelando poco a poco sus detalles, sus intrigas, se convierte en algo muchísimo más deseable.
La última entrega que nos permiten ver de esta perversión se llama “Sensus”. El nombre da pistas. Tu última tortura es saber que tus dedos, mejor dicho, las puntas de las yemas de tus dedos, de forma suave y delicada, van a ser las encargadas de controlar todo lo que pasa en el comodísimo espacio que ocuparás junto a los tuyos (el habitáculo), y hasta tu comunicación con el mundo. Dicho de otro modo: adiós botones.
Controlar tu móvil, conectarte a la red, acceder a los mejores canales de música por streaming del planeta, y hasta dar ok a la cita que el sistema te proponga para revisar tu vehículo será un ligero movimiento de tu mano. Sin botones, sin más.
Y ahora, si eres mayor de edad y quieres sentir la seducción, sigue viendo. Ahí van las imagenes. No aptas para cardíacos. Míralas bajo tu propia responsabilidad.