¿Qué es el aquaplaning y cómo evitarlo?

¿Qué es el aquaplaning?

Cuando conducimos en días de mucha lluvia y atravesamos grandes charcos y balsas de agua que se acumulan en la carretera podemos experimentar ese fenómeno tan peligroso como imprevisible denominado “aquaplaning”.
Los neumáticos de nuestro coche, literalmente flotan en estos grandes charcos y la sensación de pérdida de control y adherencia es absoluta. Nuestro coche se comporta como si fuese una moto de agua.
El aquaplaning dura unos pocos segundos, pero es como si fuesen horas. Se hace eterno. Una vez que el coche pierde la adherencia a la calzada, no responde a los giros del volante, al accionamiento de los frenos o al acelerado. ¿Te ha ocurrido alguna vez?

¿Cómo se produce?

El aquplaning se produce cuando entramos en un charco a gran velocidad y los dibujos de las bandas de rodadura de nuestro coche no son capaces de evacuar tanta cantidad de agua en tan poco tiempo y flotan sobre la superficie.

En general, hay tres factores que contribuyen al aquaplaning:
1º La velocidad a la que circulamos.
2º La altura de la capa de agua. Si el charco es muy profundo perderemos fácilmente la adherencia al suelo.
3º La profundidad del dibujo de nuestro neumático y la presión de inflado del mismo.

¿Cómo evitar el aquaplaning?

El mejor consejo que podemos darte es que extremes la precaución al volante los días de mucha lluvia y que reduzcas considerablemente la velocidad en aquellos puntos de la carretera en los que se puedan apreciar grandes acumulaciones de agua.

Además, será recomendable que compruebes con regularidad la presión de los neumáticos y la profundidad del dibujo de la banda de rodadura. En España lo normativo es mantener una profundidad mínima de 1.6 mm en las ranuras de evacuación, siendo recomendable circular con una profundidad de al menos 2 mm.

No obstante, el aquaplaning es imprevisible y puede llegar a sorprenderte aunque seas un conductor experimentado. Si notas inestabilidad y que las ruedas patinan, lo mejor es sujetar firmemente el volante. Y aunque pueda parecer lo contrario, soltar el pie del acelerador no es buena idea, ya que cuando el vehículo tome nuevamente contacto con el asfalto lo ideal es que las ruedas giren a la misma velocidad.

En caso de ser imposible evitar un gran charco o balsa de agua, lo mejor es pasarlo con las cuatro ruedas, ya que si entras solo con dos ruedas, lo más seguro es que el agua produzca un frenazo que haga trompear el vehículo.

Si experimentas aquaplaning en mitad de una curva, debes mantener la calma, sujetar firmemente el volante y acelerar ligeramente. El peso va desplazado hacia el exterior de la curva y cualquier movimiento brusco por nuestra parte forzará un trompo o un latigazo más violento. En cualquier caso, siempre es preferible colisionar controladamente contra el guardarraíl.