…Y Volvo comenzó a exportar

Después de que, en su primer año de vida, Volvo vendiera 1,4 millones de coronas suecas (el equivalente a 3.244.524 euros de hoy) en vehículos, y pese a no cumplir los objetivos previstos, se dieron enseguida vieron cual tenía que ser su siguiente paso: tenían que exportar si querían mantenerse en el mercado. El mercado sueco era demasiado pequeño para una industria automovilística…y esto sus fundadores lo supieron desde el principio. Exportar era vital.

Así pues, en Volvo empezaron a exportar desde el año 1928. Ese año, la marca abrió su primera filial en Finlandia… un país vecino y en el que, aún, no existía ningún fabricante local de coches. El lugar perfecto para empezar…y donde todo funcionó estupendamente. Así, en el año 1929, además de conseguir beneficios por vez primera, la compañía ya tenía en el mercado su primer modelo equipado con motor de seis cilindros… del que se vendieron 1.383 vehículos. Veintisiete de estos vehículos se vendieron en el mercado exterior, llegando algunos de ellos a mercados tan lejanos y variopintos como Palestina y Argentina. Todo iba tan bien que, para 1930, un año después, Volvo tuvo ya la liquidez suficiente como para comprarle a SKF (la antigua empresa matriz de la que nació Volvo) la fábrica de Hisingen, donde Volvo fabricaba sus coches.

Y Volvo seguía creciendo. Para el año 1931, la empresa ya había desarrollado, fabricado y puesto en el mercado nada menos que 4 modelos distintos de taxis. A estas alturas, Volvo era tan fuerte que ni siquiera la atroz crisis del 29 logró mermar esa fuerza: había alcanzado el 8% del mercado… y en él se mantuvo.